domingo, 29 de junio de 2008
SOPLOS DE VIENTO (VII)
Ya es la hora. Las luces se apagan, la gente dormita, algunos sueñan mientras las dudas, mis peores sombras, se abren paso hacia mi corazón, y ya no tengo fuerzas para resistirme. Los fantasmas del abandono y la soledad se hacen fuertes, están invadiendo de nuevo todo mi ser. Sin embargo hoy no tengo miedo, mañana quizá si, pero hoy no. Hoy no hay cabida para el temor, ya no. Ahora y en esta hora, a pesar de las dudas y los fantasmas, resulta que no estoy sola, nunca estuve sola, tengo a los míos, pero ante todo y por todos, tengo a la pequeña flor de primavera, y está el diminuto pajarillo esmeralda y ayudándonos siempre, esta el Viento, siempre con todo su amor, siempre muriendo por los demás, el Viento; a mi lado, con su dulzura y sus caricias en el corazón, el Viento.
FIN
viernes, 27 de junio de 2008
SOPLOS DE VIENTO (VI)
Es el atardecer y ya no veo más recuerdos; el Viento me acompaña de nuevo a mi habitación numerada, allí, cerca del control de planta. No tardará en llegar la cena y por ello me escabullo mientras los rostros de los míos comienzan a aparecer, unos traen penas y otros alegrías, pero todos empujados por el Viento invisible que siempre me los trae. Cenamos, nos reímos con los chistes de papa y me ponen al tanto de las andanzas de los más pequeños; ahora toca jugar a las cartas o ver una peli, es en esta hora que la monotonía me puede. Detesto las cuatro paredes que me rodean, detesto más aun el olor, el olor de todo, de las ropas, de las comidas, del baño, de todo. Aborrezco las bolsitas que cuelgan del gotero y las visitas impertinentes del vecino de habitación. Me espanta el pasar otra noche aquí, con las sombras, los fantasmas y mi agotamiento, vuelvo a estar cansada, ya no quiero ni hablar, ni abrir los ojos, solo quiero irme, desaparecer.
Esta noche es, otra noche lejos, fuera, apartada…..sola; triste, aburrida, cansada pero sola, siempre sola.
Que hastío, ya no quiero esto más, quiero abandonar. Cuando estoy pensando esto alguien llama……es el mensajero del Viento, que me trae el perdón y el alimento, otro que también me quiere; me trae recado del Viento, para que no desespere, para que no le de la espalda, para que no le abandone, pues él no me abandonará........
sábado, 21 de junio de 2008
SOPLOS DE VIENTO (V)
Hay días que no quiero acordarme de aquel cuento, y lucho, lucho siempre sola, abandonada. Dejo, olvido mis armas y voy sola a un combate que sin el cuento, que sin el Viento, no puedo ganar, ¿Dónde voy sin la esperanza? ¿Dónde sin la flor de primavera? ¿Dónde sin el pajarillo esmeralda?
Ya es por la tarde y el Viento llama de nuevo a mi ventana. No importa que lo rechace, o que no quiera ir con él por la mañana, o que no lo llame; él es el Viento y siempre vuelve y siempre está cuando lo necesito. Esta tarde me empuja escasamente hasta la playa, y es una playa inmensa, de arena fina, rojiza en contacto con la espuma de las olas que vienen a morir con los acordes continuados de su despedida. Me hace pasear, alegre, por la orilla, dejando que el mar acaricie los dedos del pie; Trae a las juguetonas gaviotas blanquinegras, que se zambullen sin temor en busca de la merienda. Un cangrejo extraviado intenta volver a las profundidades mientras la brisa se atenúa para contemplar como las nubes juegan con el sol. Estando allí recuerdo los castillos de arena con su torre y su princesa, que las olas deshicieron en mi niñez, aun veo la sombrilla y a mis hermanos queriendo jugar a la pelota en la arena caliente, ardiente casi. Veo como mi padre lee el periódico con un ojo mientras el otro nos vigila...............
viernes, 13 de junio de 2008
SOPLOS DE VIENTO (IV)
“Dicen que en lugar del reo se halló
una sencilla flor de primavera, flor dulce
y delicada, que en su vigor derrumbó los
muros que le ocultaban la luz del Sol, que
con sus raíces derrotó a todas las sombras
de oscuridad que la azotaban.”
un diminuto pajarillo esmeralda, pajarillo
cariñoso, que en su soledad rompió las
cadenas que lo asían sin libertad, que con
su liviano cantar de ángel, ahuyentó a todos
los demonios oscuros que lo acosaban.”
Es el Viento quien trae el cuento de esperanza para los niños, para los no tan niños, para mí.
Muchas veces, yo no quiero darme cuenta de que el Viento, mi compañero fiel, me ha regalado el arma para vencer.....................................
martes, 10 de junio de 2008
SOPLOS DE VIENTO (III)
Ya es mañana, pero las sombras del corazón no se han ido con la noche. Siempre hay alguien conmigo pero me despierto como sola, casi abandonada ¿Vendrá hoy el Viento? No dejo que los fantasmas y las sombras de mi corazón contesten, lo primero, cada día, es llamar al Viento, que con su frescura me rescata del sopor de las sombras. No tarda en llegar, siento el roce de su presencia, la delicadeza de su mirada ardiente. Siento como me abraza y en esta mañana me lleva lejos, muy lejos, tanto que se hablan otras lenguas y me muestra una gran llanura verde, todo es hierba verde y allí en el horizonte se insinúa el frondoso bosque de todos los anhelos olvidados. En la gran llanura se levanta una colina y desde ella fluye un cuento, un cuento para los niños...........
martes, 3 de junio de 2008
SOPLOS DE VIENTO (II)
Ya en la noche siento como los fantasmas acechan mi descanso............
lunes, 2 de junio de 2008
SOPLOS DE VIENTO
He aquí que contemplo el angosto ascender de las mariposas por entre los soplos de viento. He aquí que diviso como las horas transcurren para las pálidas hojas de álamo, que se dejan mecer por los suspiros de las mariposas. He aquí que espero el acontecer de cada mañana en este otoño, el primer otoño de este nuevo caminar.
Desde hace algún tiempo, cada mañana, dejo que el Viento sea el guía de mis pensamientos. Dejo que me rodee con la frescura de sus brazos y me lleve, dejo que me lleve allá donde sus suspiros resuenan, allí donde mis ojos no pueden llegar. Unas mañanas me acerca hasta el bosque donde jugaba de pequeña, me enseña el nido abandonado por las golondrinas, las hojas caídas del viejo roble y las huellas furtivas de algún ratón, en busca de semillas, cerca del riachuelo. Me guía hasta la valla de madera que nunca me atreví asaltar, y entre tanto me regala las caricias de su brisa en la cara y el tacto de sus remolinos de hojas pardas, amarillas y rojas. Me deja pasear de su mano por entre los árboles sinuosos que me vieron crecer. Por las tardes llama a mi ventana y voy abrazada a él hasta la cumbre de las montañas que no llegué a subir. Escucho el siseo entrecortado de la serpiente y el graznido lejano de un águila, dejo que las nubes se deshagan entre mis dedos mientras con el pie deshilacho las hebras de la neblina. Contemplo la lejanía del horizonte y como el mar de nubes............................
domingo, 1 de junio de 2008
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PALABRAS PARA JULIA
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.
Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
José Agustín Goytisolo